Esta canción de Bulat Okudzhava es muy interesante, y al parecer está basada en un personaje real, vecino de Okudzhava en Arbat. El propio autor nos cuenta las circunstancias en que la escribió en 1957:

«… Junto a nosotros, vivía en Arbat Lionka Gabrilov, un muchacho pelirojo, y muy simpático. Desde luego, no era rey, pero me pareción terriblemente lamentable cuando se perdíó. Su muerte me pareció terriblemente ofensiva , absurda y le otorgué el papel de protagonista de mi canción. La escribí muy deprisa, sería 1957 como muy pronto. Era como si los versos vinieran solos, uno detrás de otro. Entonces me pareció que no tardé ni cinco minutos. Y cuando acabe la poesía, entonces apareció la música como si estuviera en mí interior y de repente se derramase. Apenas necesité tomar notas…».

Okudzhava hace un juego de palabras en la canción al cambiar el nombre del personaje de Lionka Gabrilov a Lionka Koroliev, cuya traducción al castellano sería algo así como Rey León.

Песенка о Леньке Королеве

Во дворе, где каждый вечер все играла радиола,
Где пары танцевали, пыля,
Ребята уважали очень Леньку Королева,
И присвоили ему званье Короля.

Был Король, как король, всемогущ. И если другу
Станет худо и вообще не повезет,
Он протянет ему свою царственную руку,
Свою верную руку, – и спасет.

Но однажды, когда «мессершмитты», как вороны,
Разорвали на рассвете тишину,
Наш Король, как король, он кепчонку, как корону,
Набекрень, и пошел на войну.

Вновь играет радиола, снова солнце в зените,
Да некому оплакать его жизнь,
Потому что тот Король был один (уж извините),
Королевой не успел обзавестись.

Но куда бы я не шел, пусть какая ни забота
(По делам или так, погулять),
Все мне чудится, что вот за ближайшим поворотом
Короля повстречаю опять.

Потому что, на войне хоть и правда стреляют,
Не для Леньки сырая земля,
Потому что (виноват), но я Москвы не представляю
Без такого, как он, короля.

Canción sobre Lionka Korolev

En el patio, donde cada tarde sonaba la gramola
y las parejas levantaban el polvo con su bailes,
los niños, que tanto respetaban a Lionka Koroliev,
le concedieron el título de rey.

Fue rey y era, como rey, todopoderoso. Y si el amigo
caís enfermo o le ibs mal
él le ofrecía su regia mano,
su mano fiel, y le amparaba.

Pero un día, cuando los messersmits, como cuervos,
rompieron el silencio al amanecer,
nuestro rey, como rey, se puso la gorra cual corona,
torcida, y se fue a la guerra.

Hoy, de nuevo suena la gramola, de nuevo luce el sol,
pero no hay quien llore por su vida,
porque este rey estaba sólo (es verdad, perdonadme),
y no tuvo tiempo de conseguir una reina.

Pero dondequiera que yo vaya, no habrá angustias
(de trabajo o diversión).
Todo me indica que su vuelta es inminente ,
y que reuniré, de nuevo, con el rey.

Porque en la guerra, aunque disparen de verdad,
no hay tierra húmeda para Lionka,
porque yo lo siento, pero no imagino Moscú
sin un rey como él.

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