Una de las cosas que tengo como objetivo vital, cuando consiga dar el salto de leer ruso y entenderlo a escucharlo y entenderlo, es ver la serie «17 instantes de primavera». Es algo omnipresente en los rusos de todas las edades, pero especialmente de la mía y un poco mayores. La serie narra las aventuras de un espía soviético en la Alemania Nazi, Maxim Isayev, que tiene el objetivo de frustrar unas supuestas negociaciones de paz entre Alemania y EEUU que dejarían a la URSS sola en la guerra. Y esta canción que les traigo, siniestra, fatalista y divertida es muy soviética; me ha encantado, porque no la conocía, y me la ha hecho llegar a la página de Canciones Rusas en Facebook un seguido.

Ya saben, si tienen alguna corrección que hacer, será bienvenida…

Не думай о секундах свысока

Не думай о секундах свысока,
Наступит время – сам поймешь, наверное:
Свистят они, как пули у виска
Мгновения, мгновения, мгновения…

Мгновения спрессованы в года,
Мнгновения спрессованы в столетья…
И я не понимаю иногда
Где первое мнгновенье, где последнее…

У каждого мнгновенья свой резон,
Свои колокола, своя отметина.
Мнгновенья раздают кому позор,
Кому бесславие, а кому бессмертие!

Из крохотных мнгновений соткан дождь,
Течет с небес вода обыкновенная,
И ты, порой, почти полжизни ждешь
Когда оно придет, твое мгновение…

Придет оно, большое как глоток,
Глоток воды во время зноя летнего…
А в общем, надо просто помнить долг
От первого мнгновенья до последнего…

Не думай о секундах свысока,
Наступит время – сам поймешь, наверное:
Свистят они, как пули у виска
Мгновения, мгновения, мгновения…

No desprecies altivo los segundos

No desprecies altivo los segundos.
Llegará tu tiempo y lo entenderás, probablemente:
silban, como la bala junto a la sien…
instantes, instantes, instantes.

Instantes prensados en los años,
instantes prensados en los siglos…
y yo a veces no comprendo
cuál el primer instante y cuál el último…

Cada instante tiene su razón,
sus campanas, sus señales
¡Los instantes traen a unos vergüenza,
a otros infamia y a otros inmortalidad!

De minúsculos instantes se teje la lluvia,
rezuma desde los cielos el agua familiar,
y tú, en ocasiones, esperas media vida
cuándo llegará tu instante…

Y llegará, grande como un trago,
un trago de agua en pleno bochorno veraniego…
Pero en general, sólo hay que recordar el deber
desde el primer instante hasta el último…

No desprecies altivo los segundos
Llegará el momento y lo entenderás, probablemente:
silban, como la bala junto a la sien…
instantes, instantes, instantes.

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