Esta maravillosa canción -de Bulat Okudzhava, como habitualmente- la publiqué hace un par de años en A Sueldo de Moscú y se la dediqué a Cristina Cifuentes, pero francamente, creo que no se la mecere, así que le retiro la dedicatoria, y se la traslado a la izquierda española, así, en general, que parece no darse cuenta de lo que es en realidad y de lo que tiene que hacer para ganarle la guerra al fuego…
Бумажный солдат
Один солдат на свете жил,
красивый и отважный,
но он игрушкой детской был:
ведь был солдат бумажный.
Он переделать мир хотел,
чтоб был счастливым каждый,
а сам на ниточке висел:
ведь был солдат бумажный.
Он был бы рад – в огонь и в дым,
за вас погибнуть дважды,
но потешались вы над ним:
ведь был солдат бумажный.
Не доверяли вы ему
своих секретов важных,
а почему?
А потому,
что был солдат бумажный.
А он судьбу свою кляня
Не тихой жизни жаждал.
И все просил: огня, огня.
Забыв, что он бумажный.
В огонь? Ну что ж, иди! Идешь?
И он шагнул однажды,
и там сгорел он ни за грош:
ведь был солдат бумажный.
El soldado de papel
Vivía un soldado en el mundo,
era bello y valiente,
pero era un juguete,
pues era un soldado de papel.
Quería cambiar el mundo
para hacer felices a todos,
pero colgaba de un hilo
pues era un soldado de papel
Sería feliz de perecer dos veces
por vosotros, en el fuego y en el humo,
pero os burlábais de él
pues era un soldado de papel.
No le confiábais
vuestros secretos importantes
¿y por qué?
Pues porque
era un soldado de papel
Y maldijo su destino:
no ansiaba una vida silenciosa
y a todos pidió: fuego, fuego
olvidando que era de papel.
¿Al fuego? ¡Pues ve! ¿Vas?
Y un día dio un paso adelante
y allí ardió en vano,
pues era un soldado de papel.